En esta época en la que la economía ha sufrido mucho y se encuentra en horas bajas, las personas con deseos de ahorrar, no saben, o no se fían de las entidades financieras, bancos y demás para que utilicen sus ahorros y los hagan incrementarse.
Sin embargo, a diferencia de estos, las aseguradoras tienen unos productos suculentos que además de reportar beneficios a medio y largo plazo, tienen una garantía de recuperación del capital invertido, más un beneficio que variará según el producto contratado.
Contratar este tipo de seguros, ofrecen al portador una gratificación de interés y que normalmente las compañías aseguradoras ofrecen una diversidad de productos según los intereses de beneficio y el fin del ahorro que el particular quiera conseguir de ellos.
Por ejemplo, las aseguradoras ofrecen distintas ventajas y beneficios a largo plazo, por ahorros con el fin de comprar vivienda, jubilación, estudios de los hijos, etc., y normalmente estos objetivos se ostentan para conseguirlos en un plazo de 10 años. Aquí los beneficios suelen ser muy suculentos para el asegurado, que sin embargo y en la contra, se vería damnificado con penalizaciones en caso de necesitar y requerir el dinero invertido antes de que prescriba el contrato.
Si lo que se prefiere es un seguro de inversión que aunque sea un poco menos rentable, sea más flexible y a un plazo corto o medio, se puede suscribir un seguro que ofrezca rentabilidades variables a 2,3 y 5 años, que garanticen una ganancia mínima y fija, y que además se le puedan sumar los beneficios variables.
Esta contrataciones tienen la ventaja de que el asegurado pueda obtener su dinero más la rentabilidad de este antes de que el contrato prescriba, cuando sufra algún tipo de accidente, en caso de necesidad económica, y esto le da una ventaja de que está ahorrando pero siempre podrá hacer uso del dinero en caso de necesidad.
Decidirse por una modalidad u otra es a elección del interés de cada persona, pero lo que es seguro, es que contratar un seguro de inversión es una opción ventajosa, pues garantiza los ahorros y su rentabilización para que en el futuro se pueda gozar de solvencia y liquidez.
